Otra muerte terrible

Ayer nos sorprendió la terrible noticia de la muerte de Félix Ledesma en un siniestro vial, y la impotencia y la frustración nos invaden.

No es momento de hacer declaraciones sobre las circunstancias particulares del suceso. Queremos transmitir a la familia y amigos nuestras más sentidas condolencias, y estamos a disposición para ayudarlos en lo que esté a nuestro alcance. Nuestro propósito, cada día más firme, es trabajar para que un hecho como este no vuelva a suceder nunca más. Y eso está en manos de cada uno de nosotros, que como sociedad debemos cambiar nuestros hábitos. Empezar a respetar más al otro y acordarnos a cada paso que no estamos solos en este mundo y nuestras acciones pueden tener consecuencias irreparables. La seguridad vial depende de una serie de elementos que se interrelacionan de manera compleja:

- La infraestructura. Muchas veces obsoleta y mal conservada.

- La ley.

- La cultura. Como sociedad pretendemos que todo sea cada vez más rápido.

- La educación. Dentro y fuera de la escuela, tenemos que educarnos en el respeto al otro.

- Factores personales.

- Los controles por parte de la autoridad. Poco frecuentes y muy limitados.

Todo esto tenemos que cambiar. Tenemos que manifestar a nuestros representantes que para nosotros es inaceptable una muerte en un siniestro vial. Cada uno de nosotros tiene que actuar, y procurar que los otros actúen teniendo eso en mente cada día: sea como ciudadanos, o en funciones como policías, gobernantes, legisladores o jueces. Cada uno de nosotros tiene que cambiar. No hay que esperar a que otro de el primer paso, el cambio comienza por uno mismo, y tiene que empezar hoy. Por Pablo. Por Félix. Por todos.

Hagamos costumbre lo que nos hace bien.