Pedaleando por nuestra ciudad muchas veces nos encontramos con perros sueltos en la calle. La mayoría nos miran pasar desganados, pero hay unos pocos que por alguna extraña razón se ensañan con los pasantes (a pie, en bici o incluso en auto). Cuando uno va en auto el problema no pasa de tener un poco de miedo de atropellar al can, que en seguida queda atrás. Pero cuando vamos en bici o caminando realmente se pasa un mal momento ya que uno está realmente expuesto a una mordida o a caerse y pegarse un buen golpe. 

La Ordenanza 1931-CM-09 prohíbe el "acceso libre de los animales a la vía pública" (art. 5 inc. "g") y prevé sanciones para los propietarios. Pero es más importante todavía que tenga en cuenta que si un perro genera un daño o lesión a un transeúnte el dueño es responsable penal y civil. Recientemente la justicia condenó a 8 años de prisión al propietario de un perro que mató a un chico de dos años. Entendemos que nadie quiere, ni cree que su perro sea capaz de matar o lastimar a nadie, pero la realidad es que estas cosas ocurren y una vez sucedido, el daño puede ser irreparable.

Es por eso que desde Bicicletas por la Vida preparamos esta carta modelo que puede imprimirse y entregar a los vecinos que no mantienen a su perro encerrado para que sean conscientes del peligro que esto significa para otros.